Queremos agradecer a Armando Hernández, Adoración Jiménez y Juan Francisco, que se tomaran la molestia de preparar un maravilloso reportaje sobre Jesús Arencibia, el alumnado estuvo encantado de conocer su vida y obra, quedaron sorprendidos por la cercanía a ellos, a su pueblo, no paraban de hacer preguntas. Quedó abierta una visita a la iglesia de Tamaraceite para explicarles la obra in situs, seguro que les gustará...
Muchísimas gracias.
Les dejo con un post publicado en el blog de Marisol Santana por Esteban, blog de Tamaraceite...
Jesús Arencibia.
Conviene que no olvidemos que fue uno de los pintores más importantes que ha dado estas islas y que, ni en vida, ni después de fallecido, ha tenido el reconocimiento que realmente merece.
Sirvan estas líneas como pequeño y humilde homenaje a este ilustre tamaraceitero. Todavía le recuerdo con las ventanas abiertas de su casa, los caballetes saliendo por la ventana y a Don Jesús asomado viendo a la gente pasar, ya que a pesar de lo que se puede observar ahora, estaba situada en uno de los lugares de más “actividad” social de Tamaraceite, justo enfrente del Cine Galdós, muy cerca del Paseo y lugar de paso obligado para la gente de La Montañeta para regresar a su casa cuando los dejaba el coche de hora. Ésta no posee un valor arquitectónico importante ya que es una casa de bien entrado el siglo XX, pero tiene un valor sentimental muy grande ya que en su interior se encuentra un mural “inacabado” del pintor y que no quiso finalizar. Desgraciadamente no sirvió de nada la propuesta de su familia para que su casa fuera el museo que albergara algunas de sus obras pictóricas y escultóricas y ésta acabó en manos privadas.
Pero vamos a conocerlo un poco más. Fue un artista muy prolífico. Néstor Álamo llegó a decir de él que era un artista más allá de la médula y con una sensibilidad sutilísima. También nuestro recordado alcalde Don Juan Rodríguez Doreste decía de Suso, como le conocían muchos de sus amigos y familiares en el pueblo, “originalidad y maestría de oficio, expresivo y estilizado dramatismo de las formas, captadas en difíciles escorzos que acentúan su acendrada espiritualidad, todo ello dentro de una fiel y pura línea expresionista de buena ley moderna pero que hunde sus raíces en el humus más fértil de la tradición nacional y europea”.
Lo que pueda decir yo de Jesús Arencibia se quedaría ensombrecido después de leer dos opiniones como las anteriores. Solo puedo limitarme a contar lo que dicen los libros de él y es mucho. Su primera exposición individual fue en 1934 en el Círculo Mercantil, a partir de ahí comienza a evolucionar su estilo y su técnica, pasando por diferentes etapas que finalmente le conducen al muralismo, siendo su principal obra la realizada en la iglesia de San Antonio Abad de Tamaraceite, dedicado a la memoria de su madre.Pintor que sentía especial atracción por los pies y las manos de la gente, pero sobre todo por la gente del pueblo, de su pueblo Tamaraceite, que le servía de modelo para sus diversas obras. Las manos de Mateo o de Antonio “el padrino” aparecen en el mural de la iglesia de San Antonio Abad, aunque también está Juan Francisco Afonso, su madre y hasta él mismo en un autorretratro.
Sus modelos más conocidos fueron Chona “la Negra”, María Rodríguez, Rosarito, Adoración, Maruca Suárez, Modestita o Manuel “Cazuela”.Sus obras más conocidas son los murales que se encuentran en diversas iglesias de la capital grancanaria como la de Los Dolores, Santa Isabel de Hungría, San Francisco y San Juan de Telde. Otras obras se encuentran expuestas en edificios civiles como en el Hotel Santa Catalina, Cabildo Insular de Gran Canaria, Colegio Oficial de Médicos, Gabinete Literario, Gobierno Civil, Aeropuerto, Casa del Marino, … Jesús Arencibia realizó diecisiete murales, de los que nueve fueron en iglesias y el resto fueron pintados para organismos oficiales. Forma junto a Aguiar y Néstor el gran trío de muralistas canarios.
El mural que está situado en la iglesia de Tamaraceite de casi 100 metros cuadrados y realizado con la técnica de pigmento disuelto en cera aplicado con soplete, está situado en el altar mayor y fue inaugurado en enero de 1971, siendo párroco D. Ignacio Domínguez. Fue iniciado el 27 de enero de 1970, día que para el pintor tiene un gran significado, ya que fue la fecha en que murió su madre, a la que va a dedicar la pintura.
Todavía muchos le recuerdan subido al andamio con su mono de trabajo. Yo recuerdo como si fuera ayer el día de su inauguración, que en la iglesia no cabía ni un alfiler y el pueblo se volcó con el artista en un día tan importante para él.El tema es “la última cena” y Cristo resucitado” (jueves santo y viernes santo), con varias secuencias en el mural unidas por el madero central, cada elemento que aparece en el mural tiene un significado y está relacionado con sus vivencias por esos años. En la parte inferior, donde se celebra la última cena, se sitúa en el centro a Jesús con los doce apóstoles bajo un palio que sostienen dos diáconos, San Lorenzo (a la derecha) y San Vicente, estando Judas de espalda y en color más oscuro. A la izquierda del mural aparecen varios personajes con las consecuencias del pecado original, trabajo, dolor y muerte (cruz, zarza y calavera).Entre estos últimos está su madre vestida de negro y el personaje que tiene la calavera en la mano es un autorretrato del autor, que coloca la mano derecha en esa posición en señal de añoranza por su reciente muerte.
En la sección derecha del mural aparece San Antonio Abad, patrono de Tamaraceite, con el cochino y a su lado está San Pablo.El nivel superior del mural aparece presidido por Jesús crucificado en el Calvario junto al Buen Ladrón, que aparece de cara. Una curiosidad es que el pintor crucifica a la Virgen María y aparece conectada por la mirada a Jesús, para resaltar esa relación madre-hijo que él también tenía con su madre. A la derecha aparecen los cuatro evangelistas y a la izquierda las sibilas, unos personajes que se les equipara a los profetas en los pueblos paganos en el Antiguo Testamento. Los crucificados a la derecha y que están de espaldas, son los pecadores, entre los que destaca al Mal Ladrón. Por último hay que señalar que este mural de la iglesia de Tamaraceite es una muestra excelente del expresionismo realista en el que se distingue claramente la influencia de pintores como El Greco.
Entre los reconocimientos más importantes que obtuvo fue “La Encomienda de la Orden de Alfonso X el Sabio”, fue nombrado Hijo Predilecto de Gran Canaria, Hijo Prédilecto de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en 1994, y Miembro de la Real Academia de Bellas Artes San Miguel Arcángel. Falleció el 9 de febrero de 1993 sin recibir el Premio Canarias, aunque fue nominado varias veces. Vaya desde aquí el reconocimiento de su pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario