miércoles, 10 de marzo de 2010

Carta de un usuario

DESDE MI VENTANA


Hoy ha llegado a nuestro correo esta bonita reflexión de un usuario del blog, en el que expresa lo que siente su corazón... (No se la pierdan)

Esta es la historia de una ventana, que oye y ve muchas cosas… Cosas buenas y no tan buenas.

Voy a contarles una de ellas...

Desde primera hora de la mañana se veían y se escuchaban a los niños y niñas de camino a un colegio, todo se hacía con normalidad… Hasta que un día llegaron unos profes, que fueron cambiando esa normalidad.

El colegio se transformó en algo diferente. Diferente fue, pues se veían a esos alumnos/as con otras caras, con otras ganas de ir al cole.

Sus rostros mostraban alegría, ganas de estudiar.

La ventana observaba las filas y como entraban, escuchaba los cantos de las tablas de multiplicar 2x1=2 , 2x2=4 etc… Los ensayos de carnavales, los desfiles de carnavales, el día de la Paz y el del libro y el de ...Los timbres del cambio de hora, a los niños y niñas haciendo educación física, también algunos gritos de profes mandando a callar o reprendiendo al alumnado, el bullicio del recreo, niños y niñas corriendo por todos los rincones, "una locura" hasta la hora de la salida, bien y en orden.

Luego llegaba la tarde y ese cole seguía funcionando con las actividades extraescolares hasta bien entrada la tarde. La vida en ese cole era diaria y continua.

Hasta que un miércoles 3 de marzo de 2010 ese alumnado tardaba en salir. “¡Qué extraño!” me dije, se comenzaban a escuchar rumores y bullicio, " ¿ Qué hacemos ahora con los niños?" "¿Quién me los va a cuidar?"…"¡ Yo tengo que trabajar!"… "¿Dónde van a estudiar nuestros hijos/as?"… Hasta que mi ventana escuchó… "EL COLE SE CIERRA HASTA NUEVO AVISO"

Hubo un gran desconcierto, se armó un gran revuelo. Tras varios días de incertidumbre, se tomó una decisión… Los niños se van al colegio VALENCIA.

Desde ese día, todo cambió para mi ventana. Sé que solo ha pasado una semana, pero las mañanas para mi ventana se hacen eternas, interminables.

Mi ventana ya no ve un colegio lleno de vida, ve un edificio cerrado, triste, sin sonido, sin vida, apagado, sin movimiento, los pasillos parecen grandes rectas de autopistas vacías.

Mi ventana está muy triste, muy deprimida, muy… Mi ventana espera ver la vuelta de todos esos chiquillos y chiquillas al lugar que les corresponde…NUESTRO COLEGIO ADAN DEL CASTILLO.

3 comentarios:

  1. Este usuario tiene toda la razón, ¿qué es un cole sin niños y maestros, sin gritos y risas, sin carreras y a veces gritos...? Espero que los niños y sus maestros recuperen pronto su espacio, ese cole que tanto les enseña a todos. Gracias "usuario" por hacer que algunos maestros reflexionemos sobre lo que tenemos y lo importante que es.

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  2. Yo como ese usuario tuve la oportunidad de vivir también todo ese bullicio y familiaridad del "Adán", ya que viví unos 8 años justo frente del Cole en la esquina en el segundo piso(quién sabe si el usuario que escribió vive ahora allí...)y realmente esa calle se carcteriza mucho por todos esos sonidos que salen del "Adán".
    Espero que muy pronto esa calle se llene de bullicio y vida con los peques y todo lo que conlleva la vida en un centro escolar.

    Un besote a todos y muchos ánimos

    Mency Marrero

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  3. La verdad es que sientes nostalgia al no sentir como dice este usuario el bullicio de los niños. Un nudo se te pone en la garganta al no oír nada, pasas alrededor del cole y todo está mudo, no se oye nada. Hay más aparcamientos, los profes ya no están aquí,...
    La verdad es que este bullicio al igual que Mency, lo viví durante más de 15 años en los que trabajé y espero algún día volver a hacerlo.
    Que no dejen morir a nuestro centro. Que pronto se pueda buscar una solución al problema para volver de nuevo a casa. Y por supuesto a mis compañeros del CEIP Valencia, mis enormes deseos de gratitud por la acogida tan calurosa que ha recibido el claustro del Adán. La historia la hacemos entre todos y por supuesto ahora mismo la estamos haciendo. Un abrazo.

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